Ya queda poco, para que entre el Otoño, una de las estaciones más propicias, junto con la Primavera para la preparación de nuestro jardín. Atrás va quedando el sofocante y caluroso verano, que tanto ha castigado nuestros campos y jardines, sobre todo en La Mancha y Sur de España.
Ya que nos metemos en la faena, laboriosa, pero agradable de darle un buen “tute” a nuestro jardín, limpiar el terreno de plantas y hojas secas, preparar y remover la tierra, para la nuevas plantas que vamos a poner, colocar y o restaurar los bordillos de las acequias, etc. es un buen momento para antes replantearnos una remodelación de nuestro jardín.
Para ello, no hace falta poner patas arriba nuestro jardín, con poca cosa puedes tener un jardín que parezca nuevo. La idea es, que con poco dinero y poco trabajo, renovemos nuestro jardín, dándole un nuevo aire; cómo se suele decir, que sea con algo que contenga las tres “B”: bueno, bonito y barato.
Pues lo hay, os hablo de las traviesas de tren, esos enormes y gruesos listones de madera, con su aspecto viejo y antiguo que se utilizaban antes, como traviesas, por donde pasaban los trenes y que han sido sustituidos por los de hormigón. Por ser antiguos, en este caso no es sinónimo de caro, ni mucho menos, las traviesas de tren dejaron de usarse para el fin con el que se crearon y por su fabricación, su uso está muy limitado e incluso regulado. No pueden utilizarse, para otra cosa que no sea un uso en exteriores, y no son tan caras como en principio pueda parecer.
Poner las traviesas de tren, cómo bordillos de las acequias y jardineras, es una opción que no solo cambiará completamente el aspecto de nuestro jardín, dándole un aire rústico, sino que además retienen con más facilidad la humedad y no se alteran fácilmente, ya que son muy resistentes a las condiciones atmosféricas más adversas, ¡ya estaban preparadas para ello!
¡Animate a remodelar tu jardín, con nuevos aires viajeros!